16 de enero de 2013

Londres 1952, Pekín 2013

La historia se repite, por ahora como preámbulo de  tragedia. Dice la prensa que "China emitió hoy una alerta debido a la densa y dañina capa de contaminación que cubre desde ayer 12 provincias del país y que en Pekín se ha convertido en una de las peores registradas en una década". En 1952, durante cinco días, una gran niebla (great smog) ennegreció el aire, los pulmones, las gargantas y la vida de los habitantes de Londres, causando miles de muertos y enfermos, muchos de ellos crónicos. Greenpeace afirma que  "los altos niveles de contaminación del aire causaron en 2012 unas 8.500 muertes prematuras en Pekín, Shanghái, Cantón y Xian". Tanto en uno como en otro caso el origen está en la quema desmesurada de combustibles fósiles, en particular de carbón.

China forma es una pieza del capitalismo globalizado; una pieza enorme pero subordinada a sus condicionamientos y determinaciones. No es "otro mundo" desde el punto de vista industrial, financiero o ecológico. Forma parte, y cada vez de manera más central, del mismo sistema avasallador, desenfrenado y psicótico. No se trata de que China esté repitiendo el error que cometieron antes otros; es el mismo modelo termoindustrial que repite una y otra vez sus errores y horrores en diferentes lugares del planeta.

Desde el punto de vista ecológico el modelo de desarrollo chino es una aberración y no es de recibo decir que ellos tienen el derecho a "desarrollarse" y que los países ricos no tienen derecho a exigirles ese "no desarrollo" vetándoles sus posibilidades de producción y consumo. La Tierra, la biosfera, es un espacio común que no distingue demarcaciones políticas o culturales. El actual camino chino no es inevitable, es uno de los posibles pero es ecológicamente inviable. El resto del mundo tiene el deber de exigirse a sí mismo y a los habitantes de ese inmenso territorio que modifiquen el rumbo pues el muro del desastre ya se ve con claridad.

1 comentario:

Rocio dijo...

Esta bueno tener la posibilidad de llegar a nuevas ciudades y sobre todo poder disfrutar de aprender historia. Para eso cada vez que tengo la oportunidad me gusta tener la chance de viajar a otros lugares y poder saber sobre su historia. Cuando tengo la oportunidad trato de conseguir vuelos baratos para estos sitios