6 de noviembre de 2009

Conferencia sobre Decrecimiento en Barcelona

En Barcelona, ente el 25 y el 28 de marzo de 2010, se celebrará la “Segunda Conferencia sobre Decrecimiento”, esta vez organizada por la Universidad Autónoma y Research & Growth. La primera se desarrolló en París en abril de 2008.

En uno de sus documentos se lee: “Este es un llamado a la presentación de trabajos para la segunda Conferencia Internacional sobre decrecimiento económico socialmente sostenible que busca vincular perspectivas económicas, ambientales y sociales, con énfasis en políticas prácticas y propuestas concretas". .

El programa se ve muy atractivo y muestra la riqueza de las iniciativas decrecentistas. Bueno, al fin y al cabo, se trata nada más y nada menos que inventar otro mundo. Lo posible decrecentista se mueve ente la ingenuidad, la necesidad y la voluntad.

Una de las áreas temáticas tiene que ver con la tecnología, algo directamente relacionado con este Blog. Incluye cuestiones tales como las posibilidades de desarrollar la "investigación cooperativa" o la "innovación en sociotecnologias para la frugalidad". Intentaremos presentar algún trabajo.

5 de noviembre de 2009

Bifurcaciones

La historia de las sociedades humanas puede ser vista como la historia de infinitas bifurcaciones resultantes, a su vez, de infinitos azares y decisiones de los actores sociales. En cada momento o circunstancia histórica lo deseable lucha contra lo posible y lo probable.

La historia no vuelve atrás. La entropía no lo permite. Y, ya lo han dicho otros, si lo hace es sólo como farsa, caricatura o simulacro.Pero se puede revisitar el pasado para descubrir en él las contingencias que nos han llevado a nuestro presente. Tomemos un ejemplo relevante, entre otros muchos: el mercado, institución y modelo social dominante en la actualidad. No es el producto de una evolución histórica "natural", ineluctable. Antes de su cristalización hegemónica han existido otras formas de comportamiento económico. Jean Louis Laville, nos recuerda que Polanyi diferenciaba cuatro principios de producción y distribución de bienes y servicios: la administración doméstica, donde el espacio de interacción era el grupo propio, cerrado y limitado; la reciprocidad dominado por la simetría entre los individuos; la redistribución donde la producción era remitida a una autoridad centralizada y, por último, el mercado, lugar de encuentro entre oferta y demanda que puede tomar la forma de compra/venta, pago en especies o trueque. El mercado, en su versión monetarizada, que resultó de una bifurcación consolidada a lo largo del siglo diecinueve y que predomina hasta hoy, tuvo como base mercados locales regulados que tardaron en considerar, por ejemplo, al trabajo y a la tierra como mercancía.

El decrecentismo no trata de volver al pasado pero aprende de él para relativizar el presente y diseñar futuros mejores. Propone que es necesario imaginar modos distintos de comportamiento económico descentrando al mercado monetarizado y experimentando con formas nuevas de reciprocidad, localización y redistribución. Sobre estos espacios la innovación social debe desplegar las alas de su vuelo utópico incitando la imaginación acerca de lo deseable, lo posible y lo probable.